Después de que Frank Lloyd Wright abandonara el estudio de Adler
y Sullivan, abrió su propio estudio llamado Taliesen, donde allí se estudió los
principios de la arquitectura orgánica.
Esta arquitectura orgánica básicamente consistía en integrar
en una unidad (edificación) los factores ambientales del lugar, uso y función,
materiales nativos, el proceso de construcción y el ser humano o cliente.
Dos de los edificios donde podemos ver claramente esta arquitectura
orgánica son, el mismo Taliesen y la casa Kaufmann, más conocida como la “casa
de la cascada”.
Taliesen
La arquitectura de Wright se caracteriza por su relación con
el entorno y la difuminación de los límites del edificio. Cada obra tiene
sentido únicamente en el lugar en el que se ubica, ya que es esa condición de
lugar y la resolución funcional del programa, rompiendo los límites de la caja,
los cimientos sobre los que se apoyan sus proyectos.
De esta manera creó la casa-estudio, esta relación que tenía
con las montañas del desierto, nos dictaba la orientación de la planta
colocando el eje principal con la intención de dirigir las vistas hacia el
valle del desierto. Las líneas de las vigas de madera se idean así como reflejo
de los perfiles de las montañas sobre el horizonte, mientras que las terrazas y
espacios que conectan los distintos volúmenes del conjunto son un guiño al
desierto que rodea la obra.
Los mecanismos empleados para poder resolver la adecuación
al clima de una manera que no “dañara mucho” fue sin utilizar mecanismos
artificiales, fueron el alero, alero-pérgola, muro ciego, muro cribado, pilares
orientados como parasol, cerramientos transparentes con doble vidrio y protegidos
siempre por aleros. Además toda la obra es construida con materiales del lugar.
A continuación la casa Kaufmann se asienta en una roca sobre una
cascada natural, integrándola en entorno en total libertad, siguiendo así los
criterios de Wright. El diseño de la casa es una clara muestra de la
arquitectura orgánica, ya que todas las decisiones tomadas para su construcción
van encaminadas a integrar la edificación con el paisaje y hacer que la obra se
convierta en un elemento natural más del entorno, en plena armonía con el mismo
y el paso del tiempo.
Su composición horizontal, es compleja. El eje vertical
queda definido por la chimenea que sobresale por encima de la cubierta. El
edificio crece de adentro hacia afuera y se va extendiendo según las
necesidades de sus moradores. Por lo tanto, puede modificarse, ya que en la
arquitectura orgánica la construcción se concibe como algo vivo y que puede cambiar.
Lo que le preocupó a Wright fue el cómo habitar el interior.
El espacio interior debía ser amplio y libre, y por eso intentaba evitar en lo
posible todos los límites. Utilizó unos paneles móviles que permitían poder
abrir espacios a otras estancias y además también hacían los espacios más
privados. Los materiales que utilizó para estos paneles fueron materiales
ligeros, que no pesaran mucho y no fueran difíciles de mover.
La sala de estar
tiene un muro de cristal que permite disfrutar de la visión de la cascada,
además de percibir su relajante rumor. La utilización de grandes ventanales
elimina la separación entre las habitaciones y sus terrazas. Éstas tienen la
función de reflejar la luz natural y proyectarla de forma indirecta hacia el
interior. La terraza superior da un carácter más intimista a la casa.
Con esta obras Wright
consigue la máxima libertad de expresión manteniendo la armonía con el entorno.
Con la integración de agua, árboles, roca, cielo y naturaleza en toda la
vivienda se abre una nueva dimensión espacio-temporal.
Del terreno del lugar se extrajeron rocas que conforman
mamposterías de la parte baja de las fachadas del edificio, colocadas en ese
lugar para crear una progresión desde la roca natural del suelo hasta el
hormigón de las partes altas. Un
elemento contrastante de la casas, fueron las formas ortogonales que tienen los voladizos
y las paredes.
Así, los cimientos de la casa son las rocas del lugar, y
algunas de ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta asomándose
junto a la chimenea. Gran parte de la casa está en voladizo, situado encima del
arroyo. Pero había problema en que no aguantaría el peso de la estructura,
entonces pusieron unas piezas metálicas que sostienen al voladizo.
En estas imágenes podemos ver cómo están integradas en el
ambiente, sobretodo la “casa de la cascada” que queda totalmente integrada en
ese entorno.
Ya que Wright integraba en total exactitud los materiales
naturales en las diferentes partes de la casa, utilizaba muros de cristales que
permitían disfrutar de las visiones exteriores. Utilizaba grandes ventanales
que permitía reflejar la luz natural y proyectarla de forma indirecta hacia el
interior de las estancias. Con todo esto quería conseguir la máxima libertad de
expresión manteniendo la armonía con el entorno. Con la integración de agua,
árboles, roca, cielo y naturaleza en muchas de las viviendas.
Una vez analizado los movimientos y a ver visto los
movimientos del referente y su forma de trabajar con ellos voy a cambiar mi
material para poder trabajar con el movimiento del exterior a través de la ventana, voy a ver los movimientos de los
elementos naturales del exterior, es decir, del patio, como sería el césped y
la palmera que tiene en ese mismo patio. Para ver como esos movimientos van
cambiando en relación al interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario